En octubre de 2015, los fundadores del Centro de Desarrollo Infantil Atenea publicaron el libro El teatro infantil como estrategia educomunicacional, donde plasman su visión sobre cómo el teatro, como forma de expresión artística, es una herramienta eficaz para el aprendizaje infantil. Este enfoque pedagógico integra el teatro en el proceso educativo, destacándolo como un pilar fundamental en la metodología de Atenea.

El teatro como herramienta pedagógica

Vigotsky subraya que el teatro infantil es una de las formas más cercanas a la creación artística espontánea de los niños, ya que combina acción, imaginación y vivencias personales. El niño no solo imagina, sino que encarna sus pensamientos y emociones en acciones físicas. Según Vigotsky, este vínculo entre juego y teatro es la raíz de toda creación infantil, pues combina elementos de distintas artes como la música, la plástica y la expresión corporal.

Proceso creativo y aprendizaje integral

El teatro no solo es un medio de expresión, sino también una herramienta que estimula la imaginación y el desarrollo técnico. Desde la preparación del decorado y el vestuario hasta la actuación, los niños desarrollan habilidades como dibujar, modelar, recortar y coser, todo dentro de un contexto significativo y colaborativo.

Vigotsky destaca que el valor del teatro infantil no radica en la perfección del producto final, sino en el proceso creativo mismo. Los niños, al ser autores de sus obras, ejercitan su inventiva y materializan su imaginación, lo que les brinda una experiencia enriquecedora y profundamente educativa.

Riesgos y recomendaciones

Aunque algunos pedagogos han señalado posibles riesgos, como el desarrollo prematuro de la vanidad o la afectación, Vigotsky reflexiona que estos problemas surgen cuando el teatro infantil intenta imitar el teatro adulto. Para evitarlo, sugiere que las obras sean creadas o improvisadas por los propios niños, lo que permite que el teatro sea una experiencia auténtica y ajustada a sus capacidades y emociones.

El resultado puede ser menos literario, pero tiene la ventaja de ser genuinamente creado por los niños, respetando la “ley básica del arte creador infantil”: que el proceso creativo sea más importante que el producto final.

El impacto del teatro en la educación infantil

La actividad teatral combina diversas disciplinas artísticas, fomentando el desarrollo técnico, decorativo, escenográfico, y habilidades de actuación y diálogo. Su verdadero premio reside en la satisfacción que los niños experimentan al participar en el proceso, no en el aplauso de los adultos. Este enfoque coloca al niño como protagonista de su aprendizaje, enriqueciendo su desarrollo emocional, social y creativo.