En octubre de 2015, los fundadores del Centro de Desarrollo Infantil Atenea publicaron el libro El teatro infantil como estrategia educomunicacional, consolidando más de diez años de experiencia y reflexiones sobre la relación entre la comunicación y la educación. Este enfoque propone el teatro como una herramienta clave para enriquecer los procesos educativos, fomentando la creatividad, el pensamiento crítico y el aprendizaje activo en niños de 0 a 6 años.
Comunicación y educación: un binomio inseparable
La educación no puede existir sin comunicación. Sin embargo, incorporar nuevas perspectivas comunicacionales sigue siendo un reto para los modelos tradicionales. Según Jesús Martín-Barbero, la escuela debe adaptarse a las transformaciones culturales y tecnológicas actuales, integrando estrategias que relacionen la palabra impresa, lo audiovisual y lo digital.
Además, Daniel Prieto subraya que los medios y materiales educativos, por sí solos, no garantizan el aprendizaje. Para ser efectivos, deben diseñarse con un enfoque comunicacional que priorice la claridad y accesibilidad del mensaje hacia los estudiantes, en lugar de centrarse únicamente en conceptos científicos complejos.
La educomunicación como una disciplina emergente
La educomunicación, según Parra (2000), busca interrelacionar comunicación y educación para enriquecer los procesos formativos, sin reducir la educación a la comunicación ni limitarse a la creación de materiales educativos tradicionales. Este enfoque emergente se propone como una disciplina integral, capaz de responder a las necesidades de una sociedad globalizada y multicultural.
Un estudio de la UNESCO (Pérez & Varis, 2013) sobre alfabetización mediática destaca la importancia de un nuevo humanismo que priorice la diversidad cultural, el diálogo inclusivo y el acceso universal al conocimiento. Este enfoque promueve una educación capaz de formar ciudadanos activos, conscientes y comprometidos con una cultura de paz.
Hacia una nueva pedagogía integrada
La educomunicación abre caminos para que la escuela se convierta en un espacio donde se procesen intercambios entre diferentes formas de representación cultural: tipográficas, audiovisuales y digitales. Este enfoque busca integrar las dinámicas tecnológicas con los procesos educativos, fomentando una pedagogía adaptada a los retos de la modernidad y la globalización.